El cisma (1 Re 12,1-19.21-24)
101Roboán fue a Siquén, porque todo Israel había acudido allí para proclamarlo rey. 2Cuando se enteró Jeroboán, hijo de Nabat -estaba en Egipto, adonde había ido huyendo del rey Salomón-, volvió de Egipto, 3porque habían mandado a llamarlo). Jeroboán y todo Israel hablaron a Roboán:
4-Tu padre nos impuso un yugo pesado. Aligera ahora la dura servidumbre a que nos sujetó tu padre y el yugo pesado que nos echó encima. y te serviremos.
5Él les dijo:
-Volved dentro de tres días.
6Ellos se fueron, y el rey Roboán consultó a los ancianos que habían estado al servicio de su padre, Salomón, mientras vivía:
-¿Qué me aconsejáis que responda a esa gente?
7Le dijeron:
-Si te portas bien con este pueblo, condesciendes con ellos y les respondes con buenas palabras, serán siervos tuyos de por vida.
8Pero él desechó el consejo de los ancianos y consultó a los jóvenes que se habían educado con él y estaban a su servicio.
9Les preguntó:
-Esta gente me pide que les aligere el yugo que les echó encima mi padre. ¿Qué me aconsejáis que les responda?
10Los jóvenes que se habían educado con él le respondieron:
-O sea, que esa gente te ha dicho: <<Tu padre nos impuso un yugo muy pesado, aligéranoslo>>. Pues tú diles esto: Mi dedo meñique es más grueso que la cintura de mi padre. 11Si mi padre os cargó un yugo pesado, yo os aumentaré la carga; que mi padre os castigó con azotes, yo os castigaré con latigazos>>.
12Al tercer día, la fecha señalada por el rey, Jeroboán y todo el pueblo fueron a ver a Roboán. 13El rey les respondió ásperamente; desechó el consejo de los ancianos 14y les habló siguiendo el consejo de los jóvenes:
-Si mi padre os impuso
un yugo pesado,
yo os lo aumentaré;
que mi padre
os castigó con azotes,
pues yo lo haré a latigazos.
15De manera que el rey no hizo caso al pueblo, porque era una ocasión buscada por el Señor para que se cumpliera la palabra del Señor que Ajías, el de Siló, comunicó a Jeroboán, hijo de Nabat.
16Viendo los israelitas que elr ey no les hacía caso, le replicaron:
-¿Qué nos repartimos
nosotros con David?
¡No heredamos juntos
con el hijo de Jesé!
¡A tus tiendas, Israel!
¡Ahora, David,
a cuidar de tu casa!
17Los de Israel se marcharon a casa, aunque los israelitas que vivían en las poblaciones de Judá siguieron sometidos a Roboán. 18El rey Roboán envió entonces a Adorán, encargado de las brigadas de trabajadores, pero los israelitas la emprendieron a pedradas con él hasta matarlo, mientras el rey montaba aprisa en su carroza para huir a Jerusalén.
19Así fue como se independizó Israel de la casa de David, hasta hoy.
Explicación.
10 Repite el original sin cambios dignos de mención.
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