miércoles, 25 de marzo de 2020

2 CRÓNICAS. CAPÍTULO XXIX

 Ezequías de Judá (727-698) ( 2 Re 18,1-3)

291Cuando Eqequías subió al trono tenía veinticinco años y reinó en Jerusalén veintinueve años. Su madre se llamaba Abí, hija de Zacarías. 2Hizo lo que el Señor aprueba igual que su antepasado David.

3El año primero de su reinado, el mes de marzo, abrió y restauró las puertas del templo. 4Hizo venir a los sacerdotes y levitas, los reunión en la Plaza de Oriente 5y les dijo:

-Escuchadme, levitas: Purificaos y purificad el templo del Señor, Dios de nuestros padres. 6Sacad del santuario la impureza, porque nuestros padres pecaron, hicieron lo que reprueba el Señor, nuestro Dios, lo abandonaron y se despreocuparon por completo de la morada del Señor. 7Por si fuera poco, cerraron las puertas de la nave, apagaron las lámparas y dejaron de quemar incienso y de ofrecer holocaustos en el santuario del Dios de Israel. 8Entonces el Señor se indignó con Judá y Jerusalén, y los hizo objeto de estupor, de espanto y de burla, como pudisteis ver con vuestros propios ojos. 9Nuestros padres murieron a espada y nuestros hijos, hijas y mujeres marcharon al destierro por este motivo. 10Ahora tengo el propósito de sellar una alianza con el Señor, Dios de Israel, para que cese en su ira contra nosotros. 11Por tanto, hijos míos, no seáis negligentes, que el Señor os ha elegido para estar en su presencia, servirle, ser sus ministros y quemar incienso.

12Entonces los levitas -Májat, hijo de Amasay, y Joel, hijo de Azarías, descendientes de Quehat Quis, hijo de Abdí, y Azarías, hijo de Yehalelel, descendientes de Merarí; Yoaj, hijo de Zimá, y Edén, hijo de Yoaj, descendientes de Guersón; 13Simrí y Yeguiel, descendientes de Elisafán; Zacarías y Matanías, descendientes de Asaf; 14Yejiel y Semeí, descendientes de Hemán; Semayas y Uziel, descendientes de Yedutún- 15reunieron a sus hermanos, se purificaron y fueron a purificar el templo, como había dispuesto el rey por orden del Señor. 16Los sacerdotes penetraron en el interior del templo para purificarlo sacaron al atrio todas las cosas impuras que encontraron en el templo, y los levitas las agarraron y arrojaron fuera, al torrente Cedrón. 17La tarea de purificación comenzó el día uno del mes primero, el ocho llegaron a la nave del templo, y durante otros ocho días purificaron el templo, terminando el dieciséis del mismo mes. 18Se presentaron luego al rey Ezequias y le dijeron:

-Ya hemos purificado todo el templo: el altar de los holocaustos con todos sus utensilios y la mesa de los panes presentados con todos sus utensilios. 19También hemos reparado y purificado todos los objetos que el rey Acaz profanó con su rebeldía durante su reinado. Los hemos dejado delante del altar del Señor.

20Muy de mañana, el rey Ezequías reunió a las autoridades de la ciudad y subió al templo. 21Llevaron siete toros, siete carneros, siete corderos y siete machos cabríos como sacrificio expiatorio por la monarquía, por el santuario y por Judá. Luego ordenó a los sacerdotes aaronitas que los ofreciesen sobre el altar del Señor. 22Sacrificaron los toros, y los sacerdotes recogieron la sangre y la derramaron sobre el altar; sacrificaron los carneros y derramaron la sangre sobre el altar; sacrificaron los corderos y derramaron la sangre sobre el altar. 23Luego llevaron los machos cabríos de la expiación delante del rey y de la comunidad para que les impusiesen las manos. 24Los sacerdotes los degollaron y derramaron la sangre sobre el altar para obtener el perdón de todo Israel, ya que el rey había ordenado que el holocausto y el sacrificio de la expiación fueran por todo Israel. 25El rey había instalado a los levitas en el templo, con platillos, arpas y cítaras, como lo habían dispuesto David, Gad, el vidente del rey, y el profeta Natán. La orden era de Dios, por medio de sus profetas. 26Así, pues, se hallaban presentes los levitas con los instrumentos de David y los sacerdotes con las trompetas.

27Ezequías dio orden de ofrecer el holocausto ante el altar, y en el mismo instante en que empezó el holocausto comenzó el canto del Señor y el son de las trompetas, acompañados de los instrumentos de David, rey de Israel. 28Hasta que terminó el holocausto toda la comunidad permaneció postrada, mientras continuaban los cantos y resonaban las trompetas. 29Cuando acabó, el rey y su séquito se postraron en adoración. 30Luego Ezequías y las autoridades pidieron a los levitas que alabasen al Señor con canciones de David y del vidente Asaf. 31Lo hicieron con tono festivo y adoraron al Señor haciendo reverencia. Luego Ezequías tomó la palabra y dijo:

-Ahora quedáis consagrados al Señor. Acercaos y ofreced sacrificios de acción de gracias por el templo.

La comunidad ofreció sacrificios de acción de gracias y las personas generosas holocaustos.

32El número de víctimas que ofreció la comunidad fue de setenta toros, cien carneros y doscientos corderos, todos en holocausto al Señor. 33Las ofrendas sagradas fueron seiscientos toros y tres mil ovejas. 34Como los sacerdotes eran pocos y no daban abasto para desollar tantas víctimas, los ayudaron sus hermanos, los levitas, hasta que terminaron la tarea y se purificaron los sacerdotes (porque los levitas se mostraron más dispuestos a purificarse que los sacerdotes). 35Hubo muchos holocaustos, además de la grasa de los sacrificios de comunión y de las libaciones de los holocaustos. Así se restauró el culto del templo.

36Ezequías y el pueblo se alegraron de que Dios hubiera movido al pueblo, porque todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos.

Explicación.

29-31 Ezequías aparece como el gran renovador religioso y cúltico Su obra es ante todo una vuelta a David y Salomón. La brevísima noticia de 2 Re 18,4 crece hasta llenar tres capítulos minuciosos, que abarcan la purificación del templo y las personas la celebración de la Pascua, la organización del servicio.

29,3 Lo primero que hace, el mes primero del año primero, es abrir las puertas del templo, inaugurando la nueva era. Dentro de unos años, cuando los templos del norte sean destruidos, este templo se levantará único y central. 2 Cr 28,24.

29,4 Aunque congrega a sacerdotes y levitas, los últimos tendrán un papel preponderante en la reforma.

29,5 Sobre la purificación pueden verse Lv 8 y Nm 8. Hay que notar en lo que sigue la insistencia en el nombre del Señor con diversos títulos: Dios de vuestros padres, nuestro Dios, Dios de Israel. El problema es de fidelidad personal más que de restauración material (como en el caso de Joas).

29,9 Tiene que referirse a cautivos de guerra ocasionales, sin llegar a una deportación en masa; pero la frase puede sonar como anticipación de lo que sucederá.

29,11 El título "hijos míos" suelen darlo los maestros a sus discípulos; con menos frecuencia lo da un superior a un subordinado (Jos 7,19).

29,16 El Cedrón funcionó repetidas veces como vertedero de objetos impuros o contaminados.

29,17 Superando así la fecha regular de la Pascua, que era el catorce del mes primero.

29,21 Según las normas de Lv 4.

29,25-26 Este es dato de Cronista El acompañamiento musical de la ceremonia es quizá parte esencial, no menos que la ofrenda de las víctimas (parece decir el autor); y es cosa que se remonta al rey David, a oráculos proféticos, a Dios mismo.

29,31-35 Generosidad, abundancia y alegría caracterizan la renovación del culto: vaores ejemplares para la comunidad del Cronista. El gozo que se expresa y brota del culto es una constante del autor (1 Cr 29,9; 2 Cr 15,15; 23,21; 24,10; 30,25).

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